/ Por Patricia Palma
La libertad, qué concepto más manoseado y degastado.
Pero qué es la libertad? (ojo no confundir con libertinaje, suele pasar) según la Real Academia Española de la Lengua , libertad es “la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”.
Sin embargo, el concepto de libertad ha sido uno de los más difíciles de definir a lo largo de la historia. El hombre nace libre, en eso estamos de acuerdo, sin embargo, a lo largo de la vida su libertad se condiciona por deberes y por límites que la sociedad impone. Es decir, mi libertad termina donde comienza la tuya. Y HE AHÍ el gran dilema!
En la realidad muchas mujeres tienen un gran problema con esto. (y digo tienen)
Cuando más jóvenes e inexpertas en el tema de las relaciones, solemos pensar, que entre más pegadas (como lapa) estamos a nuestros pololos, no habrá mal en el mundo que nos pueda suceder. Pensamos que entre más tiempo pasamos junto a ellos (todo el tiempo) nos amarán más, no podrán ser infieles y alejamos de ese modo toda amenaza de nuestro nidito de amor. GRASO ERROR!!!
Nos volvemos posesivas, maniáticas, pasadas de rollos…y si al desgraciado se le ocurre ser te infiel…estamos condenadas por un buen tiempo a ponernos paranoicas y en general cargantes… a tal extremo que muchas veces ni nosotras nos soportamos. Ahora…ojo que no estoy defendiendo al hombre infiel… que a todo esto, en muchas ocasiones es el gran culpable de todas nuestras inseguridades. Pero hay algo más allá…es decir… no creo que a nadie le guste vivir de esta manera. Pero muchas veces no sabemos cómo salir de un rollo así.
Sabemos que no tenemos que estar junto a un tipo que no te inspira confianza. Pero en vez de alejarnos… le revisamos su celular, el mail, los bolsillos…y la triste verdad es que sólo estamos buscando algo que nos confirme aquello que nuestra intuición femenina indica (muy pocas veces falla), algo para ratificar nuestras sospechas. Y ahí seguimos metidas en una relación que lo único que hace es desgastarnos, darnos vuelta en un círculo vicioso… hasta que lo pillamos… y donde muchas mujeres terriblemente o mejor dicho asombrosamente toman la decisión de perdonar… admirable o digno de lástima? No soy quien para juzgar… pero eso es tema para otro día…
“Hacemos todo juntos” decía mi amiga. Y le pregunté si ella no extrañaba su espacio, su metro cuadrado, si no extrañaba el tener un hobby, o ver a sus amigas, por último una vez al mes en una junta de “mujeres”. Pero es que ya no estamos en esa parada, me responde. Pero CÓMO exclamé yo… si nunca hay que salir de “esa parada”.
"Es que todo comenzó cuando él un día se mandó un “condoro” (chilensis para tropiezo, desliz, falta o error) entonces yo también me mandé los míos, y terminamos prohibiéndonos salir solos, tener amigos del sexo opuesto que no fueran en común…y muchas cosas más" me contó.
Al final le dije… amiga si no confías en el, no puedes estar con él…es decir…si no eres capáz de perdonarlo realmente… de dar vuelta la página y olvidar… estas puro perdiendo el tiempo.
Es que lo que muchas mujeres no entienden es que si alguien, sea hombre o mujer, quiere ser infiel, si anda con el bichito… no necesita de una discoteca para “hacerlo”… como diríamos en buen chileno: si te quiere cagar, lo va hacer igual. Hasta en tu propia casa o en tu propia cama… a la vuelta de la esquina o con la vecina…
Ya, pero no se pongan paranoicas, al contrario… lo que trato de decir es que, no sacamos nada con andar pensando en lo peor, o como un buen amigo dijo: hay que confiar en las personas… y si te demuestran lo contrario… bueno… ya está… se desecha esa persona de tu vida. Pero bueno mi amigo es más relajado que el común de las personas. En todo caso es importante que nos demos cuenta, que no podemos ser dueños de nuestras parejas… no son objetos sino nuestros fieles acompañantes… al final uno está en una relación por decisión propia (o así debería ser por lo menos) no obligado. (No hay más patéticos que “si me dejas me mato, me muero, me tiro a la línea del tren).
Podemos tratar de controlar a nuestras parejas por completo? No es este el error más fatal de una relación? Y Por qué casi todas las parejas terminan por absorberse hasta dejarse en los huesos y terminar?
Es triste cuando uno deja todo, toda su vida por un pololo, novio, pareja, conviviente…llámese como se quiera… es decir, si tu no conservas tu identidad yte vuelves una sombra del “otro” se pierde todo aquello que fue la razón porque esa persona se fijó en ti….o no?
Lamentablemente nos toma un par de años, y un par de porrazos darnos cuenta que la vida y menos las relaciones pueden funcionar de esta manera.
Porque es lógico…es decir todo en exceso es malo. Mucho copete y te conviertes en alcohólico… si comes en exceso te puedes convertir en un obeso, etc etc etc. Si somos muy posesivas con nuestras parejas eso nos convierte en parejólicos? Narcómanas de pololos?
Yo pienso que el amor es libre, aunque suene utópico para muchos (o cliché)… pero tal y como las personas nacimos libres, deberíamos respetar la libertad de cada uno. Y sentirnos tan bien con nosotros mismos que no nos de temor esa libertad, sino verla como un espacio para crecer y desarrollarnos como individuos… para llegar a casa y tener algo que contar…algo que compartir … algo que sea atractivo para la otra persona...
A muchos se les "aprieta la guata" a penas piensan en el tema.
Es cómo una amiga que tuvo una crisis existencial el otro día porque su pololo de 3 años le dijo que quería hacer algo con sus amigos, pero en onda club de Toby, es decir ella no estaba invitada.
-Pero por qué no quiere que yo vaya? No ha salido solo como en dos años, por qué ahora? Y si van a ver otras “minas”? Es que sus amigos son unos locos, que le ponen el gorro a sus pololas si las tienen y los solteros uff… esos se me lanzan hasta a mí….
Pobre, estaba realmente ahogada. Lo preocupante es que este es un asunto más común de lo qué creemos.
- Tienes qué darle su espacio, le expliqué.
- Pero qué espacio si nosotros tenemos todos nuestros amigos en común, hacemos todo juntos, por qué ahora se le ocurre que quiere hacer algo solo?
A parte de romper el statu quo de la relación, el novio de mi amiga está seguramente gritando por un poco de aire, un poco de espacio, un poco de libertad.
-Pero por qué no quiere que yo vaya? No ha salido solo como en dos años, por qué ahora? Y si van a ver otras “minas”? Es que sus amigos son unos locos, que le ponen el gorro a sus pololas si las tienen y los solteros uff… esos se me lanzan hasta a mí….
Pobre, estaba realmente ahogada. Lo preocupante es que este es un asunto más común de lo qué creemos.
- Tienes qué darle su espacio, le expliqué.
- Pero qué espacio si nosotros tenemos todos nuestros amigos en común, hacemos todo juntos, por qué ahora se le ocurre que quiere hacer algo solo?
A parte de romper el statu quo de la relación, el novio de mi amiga está seguramente gritando por un poco de aire, un poco de espacio, un poco de libertad.
Pero qué es la libertad? (ojo no confundir con libertinaje, suele pasar) según la Real Academia Española de la Lengua , libertad es “la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”.
Sin embargo, el concepto de libertad ha sido uno de los más difíciles de definir a lo largo de la historia. El hombre nace libre, en eso estamos de acuerdo, sin embargo, a lo largo de la vida su libertad se condiciona por deberes y por límites que la sociedad impone. Es decir, mi libertad termina donde comienza la tuya. Y HE AHÍ el gran dilema!
En la realidad muchas mujeres tienen un gran problema con esto. (y digo tienen)
Cuando más jóvenes e inexpertas en el tema de las relaciones, solemos pensar, que entre más pegadas (como lapa) estamos a nuestros pololos, no habrá mal en el mundo que nos pueda suceder. Pensamos que entre más tiempo pasamos junto a ellos (todo el tiempo) nos amarán más, no podrán ser infieles y alejamos de ese modo toda amenaza de nuestro nidito de amor. GRASO ERROR!!!
Nos volvemos posesivas, maniáticas, pasadas de rollos…y si al desgraciado se le ocurre ser te infiel…estamos condenadas por un buen tiempo a ponernos paranoicas y en general cargantes… a tal extremo que muchas veces ni nosotras nos soportamos. Ahora…ojo que no estoy defendiendo al hombre infiel… que a todo esto, en muchas ocasiones es el gran culpable de todas nuestras inseguridades. Pero hay algo más allá…es decir… no creo que a nadie le guste vivir de esta manera. Pero muchas veces no sabemos cómo salir de un rollo así.
Sabemos que no tenemos que estar junto a un tipo que no te inspira confianza. Pero en vez de alejarnos… le revisamos su celular, el mail, los bolsillos…y la triste verdad es que sólo estamos buscando algo que nos confirme aquello que nuestra intuición femenina indica (muy pocas veces falla), algo para ratificar nuestras sospechas. Y ahí seguimos metidas en una relación que lo único que hace es desgastarnos, darnos vuelta en un círculo vicioso… hasta que lo pillamos… y donde muchas mujeres terriblemente o mejor dicho asombrosamente toman la decisión de perdonar… admirable o digno de lástima? No soy quien para juzgar… pero eso es tema para otro día…
“Hacemos todo juntos” decía mi amiga. Y le pregunté si ella no extrañaba su espacio, su metro cuadrado, si no extrañaba el tener un hobby, o ver a sus amigas, por último una vez al mes en una junta de “mujeres”. Pero es que ya no estamos en esa parada, me responde. Pero CÓMO exclamé yo… si nunca hay que salir de “esa parada”.
"Es que todo comenzó cuando él un día se mandó un “condoro” (chilensis para tropiezo, desliz, falta o error) entonces yo también me mandé los míos, y terminamos prohibiéndonos salir solos, tener amigos del sexo opuesto que no fueran en común…y muchas cosas más" me contó.
Al final le dije… amiga si no confías en el, no puedes estar con él…es decir…si no eres capáz de perdonarlo realmente… de dar vuelta la página y olvidar… estas puro perdiendo el tiempo.
Es que lo que muchas mujeres no entienden es que si alguien, sea hombre o mujer, quiere ser infiel, si anda con el bichito… no necesita de una discoteca para “hacerlo”… como diríamos en buen chileno: si te quiere cagar, lo va hacer igual. Hasta en tu propia casa o en tu propia cama… a la vuelta de la esquina o con la vecina…
Ya, pero no se pongan paranoicas, al contrario… lo que trato de decir es que, no sacamos nada con andar pensando en lo peor, o como un buen amigo dijo: hay que confiar en las personas… y si te demuestran lo contrario… bueno… ya está… se desecha esa persona de tu vida. Pero bueno mi amigo es más relajado que el común de las personas. En todo caso es importante que nos demos cuenta, que no podemos ser dueños de nuestras parejas… no son objetos sino nuestros fieles acompañantes… al final uno está en una relación por decisión propia (o así debería ser por lo menos) no obligado. (No hay más patéticos que “si me dejas me mato, me muero, me tiro a la línea del tren).
Podemos tratar de controlar a nuestras parejas por completo? No es este el error más fatal de una relación? Y Por qué casi todas las parejas terminan por absorberse hasta dejarse en los huesos y terminar?
Es triste cuando uno deja todo, toda su vida por un pololo, novio, pareja, conviviente…llámese como se quiera… es decir, si tu no conservas tu identidad yte vuelves una sombra del “otro” se pierde todo aquello que fue la razón porque esa persona se fijó en ti….o no?
Lamentablemente nos toma un par de años, y un par de porrazos darnos cuenta que la vida y menos las relaciones pueden funcionar de esta manera.
Porque es lógico…es decir todo en exceso es malo. Mucho copete y te conviertes en alcohólico… si comes en exceso te puedes convertir en un obeso, etc etc etc. Si somos muy posesivas con nuestras parejas eso nos convierte en parejólicos? Narcómanas de pololos?
"¿Que es la libertad? La libertad no es la ausencia de compromisos, es dejar de hacer lo que uno no quiere..." dijo mi gurú y escritor favorito…Paulo Coelho. / Libro el Zahir (increíble se lo recomiendo a todos como para entender mejor este tema)
Yo pienso que el amor es libre, aunque suene utópico para muchos (o cliché)… pero tal y como las personas nacimos libres, deberíamos respetar la libertad de cada uno. Y sentirnos tan bien con nosotros mismos que no nos de temor esa libertad, sino verla como un espacio para crecer y desarrollarnos como individuos… para llegar a casa y tener algo que contar…algo que compartir … algo que sea atractivo para la otra persona...
La libertad asusta a muchos… cuando en realidad deberíamos atesorarla, aceptarla, y sobre todo quererla.
Que rico poder mirar alguien a los ojos y decir: Tu amor me hace libre!
Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mí mismo. Cuando conocí la humillación y aun así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino”/ El Zahir.
Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mí mismo. Cuando conocí la humillación y aun así seguí caminando, entendí que era libre para escoger mi destino”/ El Zahir.
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