Hablando con mí amigo Carozzi, me puse a pensar sobre mis sentimientos, mi manera de ver el mundo, y mi realidad...sintiendo todo lo que siento.
Siempre llevo mi sentir al límite, la mayoría de las veces, ha terminado dañándome, ya que, la persona que está conmigo no logra entender que "al límite" no significa que uno quiera sufrir, sino más bien sentirse viva. Es sentir la adrenalina, luchar por algo, sentir que cuesta, que es un desafío, pero ahí está el dilema, puesto que, entre desafío e imposible es fácil perderse y sumergirse en las tinieblas de lo que te alegra y lo que te hace inmensamente miserable, lo que me ha pasado más de una vez.
Siempre llevo mi sentir al límite, la mayoría de las veces, ha terminado dañándome, ya que, la persona que está conmigo no logra entender que "al límite" no significa que uno quiera sufrir, sino más bien sentirse viva. Es sentir la adrenalina, luchar por algo, sentir que cuesta, que es un desafío, pero ahí está el dilema, puesto que, entre desafío e imposible es fácil perderse y sumergirse en las tinieblas de lo que te alegra y lo que te hace inmensamente miserable, lo que me ha pasado más de una vez.
Sin embargo, hoy, siento un amor que a veces me desgarra el alma, que me pone a prueba cada día, que me sube a las nubes tan rápido como que me azota en el suelo. Pero me llena, llena mi corazón como pocas veces en mi vida lo he vivido. Es una seguridad que nunca antes he sentido, un amor que llena cada átomo de mi cuerpo, pero que de vez en vez, me convierte en un signo de interrogación con "patas". Y es esa dinámica la que me llena el corazón, me hace sentirme yo, pero al mismo tiempo me hace preguntarme si es que en realidad no soy más que una masoquista? Es como estar parada en la orilla de una montaña, caer en un abismo, pero nunca tocar el suelo, sino sacar las alas y volver a subir y pararse en la orilla, es ese miedo, que al mismo tiempo crea seguridad, es como estar acostado en el pasto una noche estrellada y contar cada espectro del cielo...a sabiendas que nunca terminaras, sino que lo haces por el simple placer de sentir ese "calor" interior que nos da al mirar el cielo estrellado.
Que hay en nosotros, los que buscamos esa sensación límite, ese cosquilleo en el estómago, como cuando uno cae desde lo más alto de una montaña rusa, esa sensación de constante embriaguez... no nos basta con las dificultades diarias, que vamos en busca de lo que en ojos de la mayoría son utopías, sueños y locuras?
Yo no soy negativo, soy realista, me dijo una persona una vez. Pero, que hay con el hecho de que la realidad es distinta para todos. Mi optimismo puede parecer "locura temporal" en ojos de algunos, para mí es como el aire que respiro, sin estos sueños, la miseria mundana me terminaría por ahogar, porque para que negarlo...Existen tantas personas que buscan lo más "a mano", lo seguro...o mejor dicho lo más fácil. Pero hay algo en esa manera simplista o más bien mediocre, que no encaja, que no me hace sentido.
En mi caso, podría haber buscado alguien acá, alguien más asequible, alguien más "ad-hoc" a mi realidad, sin duda sería más fácil de lo que estoy viviendo, pero sería falso, no sería yo. Conocí a una persona muy especial, que alegra mis existencia con solo un "Buenos días", que aunque esté al otro lado del mundo, lo siento más cerca que cualquier otra persona con que haya estado antes... Él logra cosas en mi que nadie nunca ha logrado, me hace crecer como persona y hasta he logrado cambiar uno que otro defecto, y siento que crecemos juntos...que es lo más importante, siento que por primera vez camino al lado de alguien...no adelante tirando como buey. Aunque la idea no fue ser autorreferente, hay que partir de uno, para poder real y auténticamente comprender, y no sólo comprender, sino sentir y experimentar realidades. Uno no sabe de lo que habla, hasta que lo siente, lo vive y lo sufre.
Sin duda esto va de mano con la madurez, Carozzi me dijo que una amiga de él le explicó que la maduréz era: El hecho de controlar "aquello", sin caer en sus caprichos. Lo que me dejó pensando y me llevo a escribir esto.
Ya no tengo miedo, por primera vez en años me siento feliz, una felicidad auténtica, y es este desafío él que me tiene así. Me siento viva. Aunque, no puedo dejar de pensar en que una vez que vuelva, cuando esté entre sus brazos, cuando consiga aquella estabilidad que anhelo, se terminará la adrenalina?
La romántica en mí cree que el amor todo lo puede, más que eso, uno todo lo puede, es cosa de proponérselo y tener metas claras... (The Secret)
Pero no puedo dejar de preguntarme si está en uno crear nuevos desafíos, para mantenerse arriba de esa montaña rusa que causa tanto placer, o es algo que la rutina termina por ahogar?
Que hay en nosotros, los que buscamos esa sensación límite, ese cosquilleo en el estómago, como cuando uno cae desde lo más alto de una montaña rusa, esa sensación de constante embriaguez... no nos basta con las dificultades diarias, que vamos en busca de lo que en ojos de la mayoría son utopías, sueños y locuras?
Yo no soy negativo, soy realista, me dijo una persona una vez. Pero, que hay con el hecho de que la realidad es distinta para todos. Mi optimismo puede parecer "locura temporal" en ojos de algunos, para mí es como el aire que respiro, sin estos sueños, la miseria mundana me terminaría por ahogar, porque para que negarlo...Existen tantas personas que buscan lo más "a mano", lo seguro...o mejor dicho lo más fácil. Pero hay algo en esa manera simplista o más bien mediocre, que no encaja, que no me hace sentido.
En mi caso, podría haber buscado alguien acá, alguien más asequible, alguien más "ad-hoc" a mi realidad, sin duda sería más fácil de lo que estoy viviendo, pero sería falso, no sería yo. Conocí a una persona muy especial, que alegra mis existencia con solo un "Buenos días", que aunque esté al otro lado del mundo, lo siento más cerca que cualquier otra persona con que haya estado antes... Él logra cosas en mi que nadie nunca ha logrado, me hace crecer como persona y hasta he logrado cambiar uno que otro defecto, y siento que crecemos juntos...que es lo más importante, siento que por primera vez camino al lado de alguien...no adelante tirando como buey. Aunque la idea no fue ser autorreferente, hay que partir de uno, para poder real y auténticamente comprender, y no sólo comprender, sino sentir y experimentar realidades. Uno no sabe de lo que habla, hasta que lo siente, lo vive y lo sufre.
Sin duda esto va de mano con la madurez, Carozzi me dijo que una amiga de él le explicó que la maduréz era: El hecho de controlar "aquello", sin caer en sus caprichos. Lo que me dejó pensando y me llevo a escribir esto.
Ya no tengo miedo, por primera vez en años me siento feliz, una felicidad auténtica, y es este desafío él que me tiene así. Me siento viva. Aunque, no puedo dejar de pensar en que una vez que vuelva, cuando esté entre sus brazos, cuando consiga aquella estabilidad que anhelo, se terminará la adrenalina?
La romántica en mí cree que el amor todo lo puede, más que eso, uno todo lo puede, es cosa de proponérselo y tener metas claras... (The Secret)
Pero no puedo dejar de preguntarme si está en uno crear nuevos desafíos, para mantenerse arriba de esa montaña rusa que causa tanto placer, o es algo que la rutina termina por ahogar?
Mmmm... o será que asi es la vida, no todo puede tener respuesta, si sólo buscas eso, te conviertes en mediocre...en miedoso...en simplista...Será que la vida es cómo un arcoris, todos saben donde comienza... pero nadie sabe... dónde ni cómo termina?
/ Patricia Palma.
1 comentario:
Hola...
buenas imágenes.
Luz.
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