Siempre me he preguntado a que se debe aquel sentimiento que cotidianamente llamamos odio, usamos esta palabra en muchos contextos, pero entendemos en realidad el verdadero peso de ella misma?
El odio siempre ha estado ahi, a lo largo de la historia fue culpable o complice de muchas tragedias. Tiene muchas formas y disfraces, depende de su contexto, pero siempre logra sus más oscuros objetivos.
Se le llama envidia, celos, xenofobia, homofobia, entre otras cosas, lo que me lleva a pensar que el odio no es más que un miedo, un temor enorme que crece dentro de las personas y nos lleva a cometer actos muchas veces

condenables, dependiendo, por supuesto, del criterio de cada uno.
El problema, es que hoy, parece que
este miedo se ha apoderado por completo de nuestra sociedad. En realidad no me sorprende, siempre ha sido así, pero más que entender el miedo, trato de explicarme el fenómeno de por qué aceptamos con tanta ligereza este sentimiento.
No hemos aprendido nada de nuestros errores? La historia nos ha dejado bastante para meditar, pero pareciera que esto no nos importa.
En Europa por ejemplo, la xenofobia, es decir el miedo u odio a los extranjeros es cada vez peor, ha llegado a un punto insostenible. Basta recordar los disturbios en Paris, para entender que la situación de los extranjeros y la segregación a la que han sido sometidos, ya va mostrando sus consecuencias. En Suecia, por ejemplo, los movimientos neonazistas y los partidos rasistas, van adquiriendo cada vez más apoyo y el Estado ya no sabe como controlar la discriminación sin "pasar a llevar" las libertades de expresión y opinión. Muchos extranjeros han sido golpeados por los "cabezas rapadas" y el racismo es cada vez menos discreto.
Cuando sucedió el atentado en Londres el año pasado, la policía mató a un cuidadano, por miedo, por qué quien sabía, entre tanto "cabeza negra", aquel brasileño parecía terrorista, al fin la cosa es matar a unos pocos por el bien de muchos, o no?
Miro a Chile, y me angustia ver lo mismo, no hace mucho, el programa "Informe Especial" mostró como los grupos neonazistas chilenos adquieren más poder y seguidores. Y ya para nadie es un secreto el racismo que sufren los peruanos y bolivianos residentes en Chile.
La paradoja es que entre más libertades existen, entre más se abren las culturas y movimientos, más grupos fundamentalistas y tradicionalistas se crean.
El temor nos consume y nos convierte en personas cerradas, incapaces de aceptar lo distinto o desconocido.
Hoy, las noticias están ensangrentadas con asesinatos por celos, por odio, por miedo.
La gente anda armada, ya no solo para cometer delitos, sino para protegerse de ellos.
En el Chile de hoy renace el miedo y con este, el odio.
Que angustia!!!!